Hoy, a tres meses de la represión de Gendarmería en el Pu Lof de Cushamen, conocemos finalmente el trágico destino de Santiago Maldonado. El gobierno y los medios de comunicación argumentan que Santiago simplemente se ahogó, que todo fue utilizado “políticamente” y que Bullrich, Noceti y los gendarmes obraron bien, incluyendo nuevos mantos de sospecha sobre la comunidad mapuche. Todo esto es inaceptable. La familia Maldonado continúa alegando que lo de Santiago fue una desaparición forzada y responsabilizando al gobierno y a la Gendarmería. Lo compartimos. Se trató de un crimen del Estado democrático totalitario contra un joven solidario, evidenciando –junto a los otros cinco mil desaparecidos desde 1983– los oscuros lazos de sangre entre dictadura y democracia. ¡Basta de mentiras! ¡Sigamos exigiendo la verdad sobre Santiago! Así como la movilización popular hizo aparecer el cuerpo de Santiago, debemos exigir que los encubridores de este crimen de Estado se vayan. ¡Fuera Bullrich y Noc