El jueves, mientras el oficialismo intentaba aprobar la nefasta ley de reforma previsional, las fuerzas de seguridad desataron una tremenda represión sobre los manifestantes en la Plaza del Congreso que terminó con numerosos heridos y casi cincuenta detenidos (de algunos aún no se sabe el paradero). La ley –que implica un ajuste para los jubilados y pensionados– ha despertado una justa sensibilización en muchas personas, preocupadas por tal maltrato a los mayores. Lo sucedido –que se suma a otras recientes represiones frente a movilizaciones populares y a las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel– confirma una preocupante dinámica represiva del gobierno que acentúa cada día más los rasgos totalitarios de esta democracia decadente. Nos encontramos de frente a una alianza reaccionaria, represiva y racista (hoy están señalados los mapuches pero éste es un aspecto connotante del gobierno) encabezada por Macri, Bullrich, la burocracia sindical, los gobernadores y la mayor parte del