Gaza: una cuarentena que dura desde hace más de una década

El coronavirus llegó también a Israel y a Cisjordania. Motivó muchas protestas el reciente decreto gubernamental, que otorga un rol central a los servicios de inteligencia del ejército para frenar la propagación. De hecho, la tristemente célebre Unidad Militar 8200 ahora puede controlar las 24 horas del día los traslados de las personas aunque solo sea por ser sospechosas de estar infectadas. Una pésima noticia para los ciudadanos israelíes pero nada nuevo para la población palestina, que siempre estuvo sometida a ese mismo trato. Si la epidemia es una grave amenaza en todas partes, para Gaza –donde por ahora no se registran casos de contagio– sería una catástrofe. En la Franja viven cerca de dos millones de personas (es el área de mayor densidad de población en el mundo) que en inmensa medida dependen, para sus exigencias de vida más elementales, de la ayuda internacional. De hecho sus fronteras son patrulladas y están bajo control de Israel y de Egipto desde hace catorce años, período de tiempo durante el cual Israel descargó repetidamente su furia sobre el territorio, llevando la muerte y destruyendo sistemáticamente casas, infraestructura, escuelas y hospitales. El gobierno israelí controla todo lo que entra en Gaza, desde los productos alimentarios más comunes hasta el oxígeno. En la Franja ya no queda prácticamente ni siquiera el espacio físico para aislar a los contagiados. Gaza necesita de ayuda inmediata antes de que Israel haga posible la enésima tragedia para el pueblo palestino.  

Giovanni Marino
23-03-20
Publicado en La Comune online