India: La cuarentena criminal de Modi


Centenares de miles de personas se amontonaron en las estaciones de tren y micros en diferentes ciudades indias para volver a sus aldeas, porque ahora se encuentran sin trabajo y sin medios de subsistencia. Son millones de trabajadores que migraron desde el campo a las megalópolis y hoy, si no encuentran forma de transportarse, hacen a pie un viaje que puede ser de cientos de kilómetros, sin mascarillas ni desinfectantes, a menudo sin alimentos ni agua suficientes. Ya son varios los muertos por esas privaciones y por cansancio, quizás más personas de las que haya matado hasta ahora el Covid. Es uno de los resultados trágicos de la cuarentena de 21 días iniciada el 24 de marzo, cuando los contagios comprobados eran menos de mil. Decidida por el presidente Modi –amigo de Trump– y por su régimen supremacista hindú y fascistoide, esta medida no se dirige a la prevención y al cuidado, sino que es sobre todo una demostración de autoritarismo cínico e irresponsable, gestionada con represión y con la habitual brutalidad de la policía.
Con este éxodo de quienes habían migrado a las megalópolis, con cientos de millones de personas que ya viven en la pobreza y en espacios hacinados, insalubres y sin instalaciones sanitarias, el resultado de esta cuarentena será el de facilitar el contagio, en lugar de contenerlo. Hará todavía más difícil la vida de quienes sufren el hambre, expondrá a más gente al flagelo de otras patologías que ya afectan a los más pobres y las personas discriminadas por el infame sistema de castas y por el criminal supremacismo hindú. Pero Modi y sus cómplices tendrán la “satisfacción” demente de haber ordenado la mayor cuarentena del mundo, la de un país de más de 1300 millones de personas. Sus víctimas serán un “daño colateral”. El régimen fascistoide de la democracia más populosa del mundo ordena una cuarentena criminal, despliega la policía, no proporciona ayuda a quienes la necesitan ni instalaciones sanitarias y favorece el contagio. La gente de India tendrá necesidad de salvarse y de defenderse no solo del Covid, sino también de un régimen asesino, cuyo presidente hace menos de un año recibió por desgracia un amplísimo apoyo electoral.
Piero Neri
Publicado en La Comune online
01-04-20