Damos
a conocer un llamamiento dado vida y difundido por las y los docentes y
trabajadores de la educación de La Comune (nuestra organización hermana en
Italia) frente a la ley de digitalización y clases virtuales a distancia
decretada por el gobierno italiano. Esta reacción contra la deshumanización que
supone dicha “didáctica a distancia” impuesta desde arriba es muy pertinente
también aquí, en donde no hay clases presenciales desde el inicio de la
cuarentena y muchas instituciones están recurriendo a estos soportes. Esperamos
que esta contribución pueda suscitar un inicio de reflexión en un tema, como el
educativo y pedagógico, tan importante...
Llamamiento contra el decreto
de la digitalización
Enfrentar la emergencia
también en el colegio, poner las relaciones en el centro
Desde hace semanas vivimos una
situación excepcional y dramática ocasionada por la epidemia de coronavirus:
las clases están suspendidas desde hace tiempo y nosotros y las/os estudiantes,
más grandes o más pequeños, estamos encerrados/as en nuestras casas. Después de
idas y vueltas con mini-prórrogas y circulares, el MIUR (siglas en italiano del
Ministerio de Educación, Universidades e Investigación, ndr) emitió el 8
de abril un decreto que presenta numerosos y serios problemas de legitimidad.
Los poderes especiales conferidos al Ministerio de Educación están siendo
utilizados para violar los contratos laborales y los derechos de quienes
trabajan en los colegios, además de darle validez a las resoluciones de las
reuniones virtuales. También para dotar de arbitrariedad las modalidades de
contratación y regularización del personal.
Sin embargo el oscuro nudo del
texto, escondido por una estructura anómala que mezcla la finalización de este
año y el inicio del próximo y por formulaciones vagas y ambiguas, es la
imposición de la llamada “Didáctica a Distancia”. Como distintos educadores
valientemente denunciaron desde un principio, esta modalidad -que excluye a más
de un/a estudiante sobre tres (al sur casi uno/a sobre dos)- plantea un
absoluto empeoramiento en relación a la ya de por sí problemática didáctica en
tiempos normales.
El riesgo es muy concreto: que con
este decreto se abra la puerta a convertir a la “didáctica” on line en un
instrumento equiparable a la insustituible didáctica presencial y, por ende, en
algo estructural a la que se pueda recurrir en tiempos de no emergencia. La
digitalización escolar, objetivo no declarado de los gigantes de internet desde
hace tiempo, debe ser denunciada y rechaza desde ahora ya que representa una
muy grave amenaza deshumanizadora, por un lado para el desarrollo y crecimiento
de los/as niños/as y adolescentes y, por el otro, para el trabajo de docentes y
educadoras/es que juegan un papel fundamental en condiciones cada vez más
precarias y empobrecidas.
El recorrido educativo-didáctico
debería basarse, diversamente modulado y según la edad, sobre la insustituible
presencia y cercanía de la/el otra/o y del grupo, del adulto de referencia y de
sus pares, relaciones y ámbitos humanos fundamentales para el descubrimiento y
la experimentación (o activación) de los sentidos primarios, de la fisicalidad
propia y de los demás y de la plena emersión y afirmación de las facultades
cognitivas y sentimentales, aprendiendo a estar bien con las otras y los otros,
conociéndose y respetándose recíprocamente.
La imposición de la didáctica a
distancia niega tanto estos como otros decisivos aspectos del aprendizaje, abre
un espacio sin precedentes a la realidad virtual y sus instrumentos en la vida
de millones de familias, transforma a docentes y educadores/as en meros y
aislados tele-operadores que aportan y verifican instrucciones y nociones, así
como a los/as alumnos/as en ejecutores/as de tests y consumidores de videos y
materiales on line. Como desde hace tiempo fue probado por los neurocientíficos
más honestos y por la experiencia de los/as educadores/as más entendidos/as en la
materia, las pantallas digitales, los “giga” y los wifi suministrados
cotidianamente y en grandes dosis representan una amenaza para la salud
psico-física y son un peligro deshumanizante para todos/as, y en particular
para los más chicos.
Unámonos para lograr que este
peligroso decreto sea retirado inmediatamente. Hoy el distanciamiento físico
entre las personas es necesario para afrontar la emergencia. La escuela que
queremos es con condiciones seguras y con creatividad para estar cercanos a
los/as niños/as y adolescentes, siempre relacionadamente: una escuela en la que
vivir el crecimiento de cada uno/a junto a las y los demás, las relaciones de
respeto, el sostén, el cuidado y la cooperación, la libertad de enseñanza y la
dignidad para quienes allí trabajan. Si compartís este llamamiento podés
firmarlo y darlo a conocer a través del e-mail [email protected].
15/04/20