Nos
solidarizamos con Juan Carlos Giordano, dirigente de Izquierda Socialista,
quien luego de denunciar en el Congreso los bombardeos israelíes sobre la
Franja de Gaza, fue acusado de antisemitismo por parte de una serie de
personalidades vinculadas a los intereses de Israel que incluso lanzaron un
petitorio por su expulsión de la Cámara de Diputados. Esta campaña vil e
hipócrita es motorizada por gente cercana a la embajada israelí, la Asociación
Sionista Argentina, ex funcionarios macristas como Claudio Avruj y Alejandro
Finocchiaro y personajes como Eduardo Feinmann. Sus argumentos, por cierto, no
son ninguna novedad: en muchas ocasiones los representantes, agentes a sueldo,
intelectuales y periodistas afines al sionismo han juzgado a las críticas contra
el Estado de Israel y sus sectores dominantes como expresiones de
antisemitismo, con la intención de desacreditar con bajeza esas voces.
Expresamos todo nuestro repudio y defendemos, ahora y siempre, la más amplia
libertad de expresión para denunciar los crímenes y las atrocidades de los
poderes opresivos y del Estado de Israel, promotor histórico de una verdadera
limpieza étnica contra el pueblo palestino.
Por fortuna
estas mentiras rastreras también son desacreditadas por valientes minorías
dentro mismo de las fronteras de Israel, como quedó de manifiesto en recientes
movilizaciones en Tel Aviv después del alto el fuego. En ellas, miles de
personas, árabes y judías, de diferentes religiones y pertenencias étnicas, se
solidarizaron con el pueblo palestino, por la paz y el fin de la ocupación.
I.R.