Sudán: continúa la masacre pero también la movilización

Por Giovanni Marino

¡Cuánto coraje están demostrando los manifestantes que se oponen a estos criminales! El martes 30 de noviembre decenas de miles marchaban por las calles de Jartum a pesar de los disparos a matar de la policía, el ejército y los yanyauid, cuya ferocidad históricamente demostrada quedó confirmada en los recientes acontecimientos.

El golpe de estado de finales de octubre no fue suficiente para que los militares retomen el control de la situación. De esta forma, y después de haber asesinado por lo menos a cincuenta manifestantes en las últimas semanas, soltaron al presidente: mientras siguen asesinando –incluso en los hospitales, como denuncia el Comité de Médicos sudanés–, fingen que aún hay en curso una “transición democrática”. Entre tanto, como ya es costumbre, lanzan al mundo la amenaza de un posible éxodo de refugiados hacia Europa. Dos años atrás, las principales asociaciones opositoras habían pactado el establecimiento de un período de convivencia de civiles y militares en el gobierno, pero ahora dejaron de tener contacto y legitimar al ejército. Sobre todo, es la mayoría de las y los sudaneses los que en los últimos tres años vienen diciendo claramente que no quieren saber más nada con estas bandas de asesinos.