LLAMAMIENTO A LAS ORGANIZACIONES POPULARES Y A LAS PERSONAS SOLIDARIAS

Las estadísticas aportadas por la CORREPI, nada menos que 725 personas asesinadas por las bandas armadas legales en 721 días de gestión macrista, resultan escalofriantes.


Angustian, pero no sorprenden. Pensando en la situación más de conjunto y en la historia reciente, los gobiernos kirchneristas han dejado una “plataforma” de 5.000 procesados por luchar, récords de mujeres desaparecidas por las redes de trata y persecución a los Qom. Sumado a esto, hubo algunos trabajos “en equipo” Metropolitana-Federal, como el desalojo de los hermanos inmigrantes del Parque Indoamericano en 2010, que dejaron como saldo tres asesinados. Por su parte, desde 1983 a la fecha suman 5.000 los desaparecidos/as, lo que reafirma que, sin pretender homologarlas, existen evidentes continuidades entre dictadura y democracia.


Para el gobierno de la “transparencia” estos “números” no interesan. Sí los del Indec –sólo para mostrar que se pueden dibujar con algo más de pudor– o los de sus jugosas y secretas ganancias. Se trata del bien más preciado, de vidas humanas segadas por acción directa o indirecta del Estado, que este gobierno no se anima siquiera a enumerarlos. Ni a nombrarlos.


A Macri, profesional del racismo democrático (ayer denunciando a la “inmigración descontrolada”; hoy cerrándoles las fronteras y facilitando la expulsión de los residentes, convirtiéndolos en sinónimo de delincuencia), no le da la cara para nombrar a Santiago Maldonado ni a Rafael Nahuel, jóvenes solidarios con la causa de los pueblos mapuches, cobardemente asesinados por las fuerzas del orden. Con la servidumbre voluntaria de los monstruos de la política y los multimediáticos, los “transparentes” han inventado “enfrentamientos armados”, han falseado pistas y creado la fábula de la RAM y demás expresiones del “terrorismo mapuche”. Han llevado adelante verdaderas cacerías humanas en los territorios ancestrales usurpados por los Lewis y los Benetton, mostrando cuán mortífera y peligrosa puede ser la combinación entre monopolismo salvaje, ferocidad político-estatal y dio racista. Nuestra comün humanidad diferente está amenazada: basta oír a Macri, Bullrich, Carrió, Pichetto, Moldes, Lanata, Feinmann... ¡Hay que frenar a las bestias y a sus cómplices!


No le reconocemos un ápice de autoridad moral al Estado represor ni a su justicia corrupta para perseguir a nadie, menos aún a las organizaciones y militantes populares y de la izquierda. Seremos nosotras mismas quienes, según anhelamos los humanistas socialistas, sabremos discutir los criterios y métodos con los que afrontar a los represores del Estado y defender a quienes luchan por una perspectiva más digna, libre, justa y benéfica para los explotados y oprimidos.


Por todo lo dicho, llamamos a construir un FRENTE ÚNICO ANTIRREPRESIVO Y ANTIRRACISTA, independiente del Estado y sus instituciones, autodeterminado y plural, de funcionamiento asambleario. Proponemos una primera reunión del mismo para el martes 13 de febrero, a las 8 hs, en nuestra sede “Benê Carneiro”, Fraga 771, CABA. Para empezar a construir dicha reunión desde ahora, invitamos a constituir un Comité promotor a reunirse el lunes 8 de enero, a las 18:30 hs, en el mismo lugar. ¡Manos a la obra!