Los recientes discursos antipopulares y cargados de odio de Cristina Fernández, las denuncias del fiscal Marijuán contra el Polo Obrero y ahora la catarata de allanamientos a locales de organizaciones sociales y de los domicilios de sus referentes en Jujuy. Evidentemente no son hechos aislados, sino que estamos presenciando un ataque perpetrado por el Estado, los gobiernos y el Poder Judicial contra las organizaciones populares, ahora bajo la acusación de “asociación ilícita”. No tiene límites la hipocresía de estos corruptos que someten a millones de personas a la pobreza. Los reaccionarios de siempre, como Gerardo Morales u otros aún peores, se ven envalentonados por las acusaciones de CFK. Estas develan la verdadera naturaleza del peronismo, enemigo jurado de las y los trabajadores y los sectores populares que no se someten. Está en curso un giro cada vez más a la derecha, cada vez más autoritario y represivo, del régimen democrático. Una manifestación local del contexto bélico y