Movilicémonos a 42 años del golpe genocida: Elegir la vida y la solidaridad, por fuera de la política

IMG-20180314-WA0006Este 24 de marzo podemos expresarnos de manera independiente en defensa de la vida, contra la asesinabilidad que emana de este gobierno, del Estado y las instituciones. Una lógica mortífera encarnada por la “ministra estrella” (e impune) del macrismo: Patricia Bullrich. La intocabilidad de la “Dama de hierro” versión argentina es una nueva confirmación de la fuerte persistencia de elementos de la dictadura en democracia. Una síntesis de la (in)moralidad rapaz y corrupta de los poderosos y de la peor versión del totalitarismo político-democrático en decadencia.


Comprender esta síntesis es fundamental para quienes quieren buscar auténticamente un camino de bien común, solidaridad y pacificación de, para y junto a los que más sufren y para intentar salir de la espiral viciosa que plantea la política. Tal vez sea el momento de hacerse algunas preguntas: ¿Cuál es el margen de libertad que la política democrática otorga a cada mujer para decidir sobre su propio cuerpo? ¿No representa este sistema un peligro cada vez mayor para cada hermano migrante cuyo “pecado” radica en trasladarse (tal como ha hecho nuestra especie desde sus orígenes) para curarse, estudiar o trabajar? ¿Cuánto lugar queda para la libertad de expresión a la luz del nuevo paradigma represivo, que permite a las fuerzas del orden salir a “cazar” manifestantes luego de las movilizaciones u otorgarles licencia para matar como al policía Chocobar? ¿Son libres los pueblos originarios para preservar sus tierras ancestrales? ¿O lo son los magnates Lewis y Benetton para destruirlas en pos de sus sucios negocios? ¿No habrá que repensar el esquema democracia= libertad? Para los poderosos, la libertad no es un valor a compartir y a verificar en la libertad de los otros. Es una amenaza a su propio morbo egoísta. Solo así es “concebible” que una ministra como Patricia Bullrich, responsable de dos crímenes del Estado racista, permanezca en funciones. Y en libertad.


¿Hasta cuándo y hasta dónde la sociedad en que vivimos se dejará dominar y castigar por gente de esta calaña? ¿Será que se ha resignado a imitar la violencia, la mediocridad y el cinismo de sus verdugos y entonces a disgregarse a su interior? No alcanza con que “los de abajo” reaccionen de manera epiléptica frente a los ataques más descarados de los Estados a la vida y la dignidad humanas. Los destellos de integridad presentes en la extraordinaria movilización contra el “2 x 1” no impidió el crimen de Santiago. Ni las 500 mil personas que se movieron por éste le hicieron temblar el pulso a la bestia racista de la Prefectura para asesinar por la espalda a Rafael Nahuel. Al contrario, cuando los burgueses se sienten cuestionados, matan. Ahí tenemos la brutal ejecución de la compañera afro-brasilera Marielle Franco y su chofer Anderson Gomes, dos días después de haber hecho una denuncia contra los abusos de la policía en la comunidad de las favelas de Acarí.


Por ello, es fundamental que los de abajo nos propongamos caminos de protagonismo directo y de autotransformación en función de valores. Comenzando a forjar comunidades y/o agregados animados por nuevas ideas y prácticas de bien que sean duraderas. En las que la solidaridad pueda vivirse como principio y como finalidad de la vida en común, y no como un “medio” de presión sobre los Estados y los empresarios para obtener de éstos alguna dádiva.


Entonces, no hay márgenes de crecimiento de las así llamadas “libertades democráticas” dentro del sistema. Tampoco puede germinar a su interior una memoria que no sea, a modo fotográfico, la memoria del horror. Al revés, renacen de la democracia misma teorías que se creían superadas como la de los “dos demonios”. Pensamos que, desde un nuevo enfoque que ponga en el centro al mejoramiento y la pacificación entre las personas comunes, podremos rastrear la “memoria de la solidaridad”. Reconquistar la memoria como facultad plenamente humana, libre de distorsiones institucionales –que a lo sumo se contentan con hacerla “museo”–, para proyectar los ejemplos de coraje y entereza de nuestros compañeros desaparecidos en la creación de comunidades libremente elegidas y obradas por sus protagonistas.


Para nosotros, humanistas socialistas, el desafío es, entonces, en clave autoemancipatoria. Desafío que queremos suscitar, aprender y probar también construyendo ámbitos de acción y diálogo intermedios, de compromiso antirrepresivo y antirracista.


Podemos, en definitiva, elegir la libertad, el bien común y la solidaridad como principios para ser más íntegros y mejores fuera de la política y del sistema.



ESTE 24/03, ¡VENÍ A CONFORMAR UN SECTOR UNITARIO, INDEPENDIENTE Y SOLIDARIO!


12.00 hs. Almuerzo en nuestra sede – Fraga 771 (CABA)


15.00 hs. Concentramos en Rivadavia y Montevideo (Plaza Congreso)


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