Abajo las medidas represivas y de ajuste de Piñera. Por la libertad demanifestación de nuestra gente en Chile. ¡Fuera los militares de lascalles!
La
decisión del gobierno de Sebastián Piñera de aumentar el precio del pasaje del
subterráneo produjo una explosión social en Chile aún en curso, sobre
todo protagonizada por jóvenes, que logró frenar la medida. Como sucedió sólo
unos días atrás en Ecuador, se puso de manifiesto una rabia e indignación
populares contra el gobierno y las instituciones estatales, que están –como no
podría ser de otra manera– al servicio de las minorías dominantes y
explotadoras que desprecian a la gente común. Es llamativo que esto suceda en
un país que, hace muy poco, fue considerado como un “oasis” por el mismo Piñera
debido a su presunta tranquilidad y estabilidad.
Los diferentes proyectos políticos –desde los populistas hasta los neoliberales– fracasan en sus intentos de regimentar y domesticar a la sociedad por tiempos más o menos prolongados. No por casualidad, los Estados están recurriendo a una mayor represión y violencia concentrada. En Chile hasta el momento hay diez muertos por diferentes incidentes y cientos de heridos y detenidos. Son de
particular
gravedad las medidas militaristas de Piñera, con el estado de emergencia, el
toque de queda y los militares patrullando las calles de Santiago, algo que no
se veía desde los tiempos de la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet
(1973-1990). Esto es intolerable y debemos defender y solidarizarnos con la
gente movilizada, por su total libertad de expresión y manifestación.
Hoy continúan las huelgas y movilizaciones que desafían al gobierno. Los mismos manifestantes
denuncian
la presencia de infiltrados que producen o refuerzan los episodios de
violencia, lo cual es utilizado por Piñera para hablar de una “guerra” en curso
y sembrar el pánico entre la población. Hay saqueos y enfrentamientos pero
también protestas pacíficas en los barrios de Santiago y otras ciudades, cuyos
protagonistas toman medidas, como el establecimiento de barricadas, para
protegerse de los embates policiales. Toda nuestra solidaridad con los
manifestantes frente a la prepotencia del gobierno de Piñera. Auspiciamos que
estas movilizaciones puedan tomar un camino independiente que, además de
permitir el logro de todos sus justos reclamos, contribuya al crecimiento de la
conciencia de sus protagonistas.