Derivas represivas


El peligro que advertíamos de que la cuarentena general y obligatoria degenere en un clima represivo agobiante está más que planteado. Gracias a los datos recogidos por Correpi, sabemos que durante estos primeros días se produjeron más de 16.000 detenciones en todo el país. Lo grave son las denuncias de abusos y patoterismo por parte de las fuerzas de seguridad, tanto en CABA como en el Gran Buenos Aires y otras ciudades del interior.
Un reciente caso se produjo en Goya (Corrientes) cuando desde un patrullero dispararon contra un grupo de adolescentes, u otra denuncia de golpizas a un joven de 15 años en la Comisaría 2ª de Mar del Plata, entre otras. Muchas veces, los/as damnificados/as son las/os trabajadores informales que no tienen certificado de excepción.
Según los mismos protocolos oficiales, el incumplimiento de la cuarentena demanda la convocatoria de autoridades sanitarias que evalúen la situación y recojan pruebas de la acusación. Por el contrario se están empezando a ver palazos, balas de goma y gases lacrimógenos. Evidentemente no les importa la salud sino poner bajo control policial las calles, lo que condicionaría y dificultaría peligrosamente la solidaridad entre la gente, hoy más necesaria que nunca.

I.R.