
Por aquellos días
de 1943, los nazis comenzaron a deportar judíos nuevamente hacia los campos de
exterminio en el marco de la Solución Final. Un grupo de jóvenes judíos dijo
basta. Se organizaron clandestinamente con las pocas armas que tenían y, con
algo de ayuda de la resistencia polaca, combatieron por las calles, por los
departamentos, por los sótanos y las alcantarillas. Se trató del primer
levantamiento contra los nazis en una ciudad ocupada. Y lo hicieron contra toda
probabilidad habida cuenta del poderío mucho mayor de las fuerzas nazis,
pertrechadas con ametralladoras y obuses. Miles de judíos murieron durante la
represión que arrasó el gueto, otros tantos fueron deportados al campo de
exterminio de Treblinka o capturados posteriormente, pero miles lograron
escapar hacia otros barrios de la ciudad. Un ejemplo enorme de lucha contra el
mal a favor del bien de la vida, una gran expresión de coraje y dignidad, de
búsqueda de libertad y de salvación, no solo para las y los judíos polacos sino
para toda la humanidad.
Ignacio Ríos
22-04-20