México, Ciudad Juárez


“… las empresas estadounidenses en Ciudad Juárez no se han parado pese al decreto del gobierno mexicano. Son uno de los más temidos focos de contagio”. Susana Prieto, abogada, denuncia: “¿Y qué hace el gobierno (mexicano)? Decía que miraba por los pobres, pues (…) es un crimen lo que están haciendo con ellos” (ídem). En esas empresas (las “maquiladoras”), instaladas hace décadas en la frontera entre EE.UU y su vecino, trabajan en Juárez más de 300.000 personas, en su mayoría mujeres por salarios miserables. Sobre ellas se ha cebado el femicidio machista (más de 2.500 desde 1993 hasta 2019) y ahora el virus. Ellas son piezas de recambio para multinacionales como Electrolux y el Consejo Nacional de Maquiladoras, Index, que machaca con que “esto es un negocio y urge que se reactive la economía”.
J.B.
29/04/20