El
grupo Techint de Paolo Rocca despidió a 1450 de sus empleados. Uno más de los
numerosos casos de despidos de las empresas constructoras, cuyas patronales son
de las que más ganan con los grandes proyectos inmobiliarios y de
infraestructura y quienes más mantienen en la explotación y en la precariedad a
sus trabajadores, muchos de ellos inmigrantes.
Techint,
en particular, es la empresa más poderosa del país, una que ha llenado sus
bolsillos en gran medida gracias a numerosos acuerdos con el Estado (también en
tiempos de dictadura). Con sus negocios dentro y fuera del país factura
anualmente varios miles de millones de dólares. El argumento de que no puede
hacerse cargo de la nómina salarial por estos días de cuarentena es una
tomadura de pelo y un insulto a la dignidad de estos trabajadores, a quienes
dirigimos toda nuestra solidaridad y exigimos que sean reincorporados
inmediatamente. Este hecho puntual es una fiel muestra del pútrido egoísmo y la
inhumanidad de la burguesía, que en su ansia de acumulación y productividad
descarta a las y los trabajadores y pone en riesgo su vida y salud.
I.R.
31-03-20