En
India, desde el 20 de junio una ola de protestas de campesinos y campesinas
organizados en el sindicato KRRS (Asociación de Campesinos del Estado de
Karnataka) afectó a decenas de ciudades de dicha región en respuesta a la
aprobación de algunas enmiendas a la ley de reforma agraria. El gobierno local
quiere favorecer a especuladores inmobiliarios y grandes terratenientes que
pretenden ocupar cada vez más tierras, excluyendo a los campesinos y tratando
de sacar provecho de las restricciones de la pandemia de Covid-19 a la espera
de no tener que enfrentar la oposición de los trabajadores de la tierra.
Estas
enmiendas favorecerán la edificación, la expansión de las grandes propiedades y
la destrucción de las diversidades locales. Por otro lado, aumentarán la
contaminación vía pesticidas y fertilizantes químicos, todo esto a costa del
medio ambiente, los pequeños agricultores y las campesinas sin tierra que
cultivan en tierras comunales cercanas a las áreas salvajes o que alquilan
pequeñas parcelas sin usar, para contar, principalmente, con pequeños huertos y
campos de cultivo para el autoconsumo familiar. En India, el 56% de los
cultivadores son mujeres, y solo un pequeño porcentaje de las mismas poseen el
título de acceso a la propiedad de la tierra. Las luchas campesinas de aquella
región, cada vez más tienden a unir, en los hechos, las reivindicaciones por
los derechos con la defensa de los recursos ambientales.
Nino Sottosanti
30/06/20