Las palabras “traición a la causa palestina”, los vacíos llamamientos a “la unidad de los pueblos árabes”, el habitual y trillado llamado a los Estados europeos y a los diferentes regímenes árabes y la apelación a la solidaridad internacional abundan en las tomas de posición de las organizaciones y de las asociaciones palestinas, tanto de Palestina como del extranjero, incluida Italia, a propósito de los acuerdos entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Los
EAU, protagonistas de la “traición”, hace años se empeñan en la guerra genocida
en Yemen. Son responsables de las decenas de miles de víctimas de la guerra,
principalmente niños y mujeres, a quienes hoy se suman las víctimas de la
carestía y de la pandemia de Covid-19. Como si fuera poco, los EAU están detrás
del general Haftar en la guerra fratricida en Libia y, por lo tanto, son
responsables de los miles de prófugos y refugiados encerrados en campos de
concentración y de las miles de muertes en el mar. Sobre todo, los EAU y los
regímenes feudales del Golfo son los financiadores de la “causa palestina”,
desde la fundación de la OLP, luego la ANP y de las numerosas asociaciones de
la llamada “sociedad civil” en Palestina.
En
ninguna de las tomas de posición de las autoridades palestinas, de las
organizaciones dispersas en todo el mundo y de las asociaciones de solidaridad
“internacionalista” se lee algo más que la referencia a la “causa palestina”
vendida a la entidad sionista. ¿Pero las vidas de las mujeres y de los niños
yemeníes y de los refugiados en Libia valen menos que la causa palestina? Sin
embargo, ¡ninguno de ellos dice nada! Porque el verdugo es el que financia con
millones de dolares la misma causa palestina.
El
acuerdo entre Israel y EAU es, de hecho, la tumba de las esperanzas palestinas.
En primer lugar, por responsabilidad de las mismas organizaciones y
asociaciones palestinas que muestran su propia corrupción moral profunda y el
criterio de verdades por conveniencia, pagando, con un silencio oportunista y
criminal, la solidaridad que históricamente mostraron las poblaciones árabes.
Es hora de que el pueblo palestino se libere definitivamente de sus cadenas y
de sus conducciones corruptas sin remedio.
No
es demasiado tarde, pero el tiempo tampoco es eterno.
Fabio
Beltrame
18/08/2020