El joven mago vence a la caza de brujas

Por Carla Longobardo.

Va para los que no quieren a la “madre” de Harry Potter. Los festejos por el 20º aniversario del nacimiento de la saga están alcanzando resultados espectaculares en las boleterías y en otros eventos. Esto a pesar de que la autora J. K. Rowling es objeto de una odiosa campaña difamatoria de parte de trans-activistas que la acusan de ser una “sucia feminista trans-excluyente”, es decir, una feminista que cree que las mujeres nacidas mujeres tienen una identidad biológica y que “la identidad de género percibida” es un regalo para el patriarcado. La escritora plasmó en el papel palabras valientes contra la cancelación de las mujeres, comenzando por la palabra “women”, reaccionando frente al oprobio de la neo-lengua que quiere neutralizarlas llamándolas “personas con agujeros frontales”. Se posicionó calurosamente junto a otras mujeres (escritoras, docentes, historiadoras) sometidas a la misma caza de brujas. No obstante las agresiones, las amenazas, los procesos sumarios (incluso en la televisión italiana se dio crédito a la calumniosa acusación de “transfobia”), no obstante la toma de distancia de las jóvenes estrellas que interpretan a sus personajes, siguen impactando sus criaturas y su creatividad. ¿Magia? ¿O es que el negacionismo que ataca a las mujeres y a la humanidad no es tan popular después de todo?