Texas, EEUU: otra masacre de un sistema que implosiona


Por Micol Drago.

Esta vez fue en una escuela primaria. Son 21 muertos, de los cuales 19 eran niños. Asesinados por un estudiante secundario de 18 años. Es la enésima matanza provocada por la venta de armas en los EEUU, donde solamente este año ya hubo más de 200 tiroteos. Todos los Estados se fundan en la guerra y la asesinabilidad impregna las sociedades estatales en que vivimos. Esto es particularmente evidente y feroz en la sociedad estadounidense que está implosionando: incluso después de un suceso como este, son poquísimas las voces que se muestran claramente en contra de la venta de armas, porque se la ve como un principio irrenunciable de libertad y seguridad (¡sic!), porque es la normalidad (al punto de que se venden incluso en algunos supermercados). Tantos medios prefieren acentuar el problema psicológico del individuo o los efectos psicológicos del Covid en los adolescentes (como si antes del virus no hubiese tiroteos), cuando evidentemente es un problema ideológico, cultural, estatutario. Los republicanos se apresuran en decir que la respuesta a las matanzas es aumentar la vigilancia armada en la puerta de las escuelas (“¿cómo combatir las armas? Con más armas”) en una realidad en que muchísimas escuelas ya están fuertemente militarizadas (al punto de que para entrar a la mañana hay que pasar por el detector de metales). Es lamentable, pese a que esta vez parece que había tres agentes armados que intentaron frenar al joven asesino sin efecto alguno. La hipocresía democrática es evidente: en una conferencia de prensa, Biden osó preguntar cómo puede ser que se siga aceptando esta carnicería y cómo puede ser que no haya contraposición al lobby de las armas. Realmente suena poco creíble en boca del presidente de un Estado que llevó a cabo masacres en medio mundo y que en este preciso momento contribuye a la guerra iniciada por Putin en Ucrania y fomenta el rearme a nivel mundial. Por suerte, se alza alguna que otra voz más auténtica, como la del entrenador de los Warriors (equipo de básquet de la NBA, ndt), que denuncia a los políticos proarmas. Esperamos que vuelvan a levantarse las voces de los miles de jóvenes que hace unos años animaron las manifestaciones de March for Our Lives, esta vez sin la ilusión de que con las elecciones será suficiente para cambiar en profundidad una sociedad basada en la guerra. 

Publicado en La Comune Online

25 de mayo del 2022