Riña entre censores

Por Ana Gilly

El gobierno de Larreta prohibió en CABA la utilización de las “e”, “x” y “@” en las escuelas.  Sectores transfeministas del Frente de Todos reaccionaron, escandalizados, contra la injerencia del gobierno porteño denunciando sexismo. Presenciamos, entonces, una verdadera riña entre censores. Por un lado, un gobierno que –como cualquier otro– adoctrina a niñas/os y jóvenes promoviendo usos y costumbres afines a su dominio. Por el otro, los negacionismos de género (enquistados en el gobierno nacional) que a través de incontables manuales y cursos obligatorios sobre el uso del “lenguaje inclusivo” instruyen a docentes y estudiantes. Larreta sancionará a quien se rebele, y los transfeminismos ya están haciendo lo suyo. Recordemos sino las mafiosas palabras de la activista trans Marlene Wayar, consejera oficial del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades: “[a las feministas radicales] las pondremos a juicio (…)  allí donde estén sus lapidas, las iremos a buscar.” (Página/12, 22/02/19).

Pero entonces, ¿quiénes son los censurados/as? Ambos atentan contra la libre expresión de niños/as y jóvenes y contra su posible desarrollo benéfico. Atacan el libre descubrimiento de su integridad humana junto a otros/as como seres humanos, mujeres y hombres, y las múltiples interpretaciones posibles.  No podemos confundirnos, no existe el “bando bueno” en esta parodia de berretín entre opresores. Ambos comparten intereses comunes, porque los Estados necesitan de la deshumanización y el aislamiento. del sometimiento del género femenino, del control de la juventud y del adoctrinamiento en la infancia para dominar a sus “ciudadanos”. Y las pseudoteorías queer hacen una enorme contribución en este sentido.