Desde hace cuatro días, Irán se ve sacudido por multitudinarias movilizaciones.
Son sobre todo jóvenes, mujeres y varones, que acuden a las plazas de la
ciudad: corean el nombre de Mahsa Amini, joven de origen kurdo, muerta a los 22
años después de ser arrestada en Teherán el 13 de septiembre por la policía
moral por llevar un mechón de su cabello fuera del velo. Es la primera vez que
mujeres y hombres se encuentran juntos para dar vida a manifestaciones de tal
magnitud contra el velo obligatorio y la brutalidad de la represión patriarcal
y teocrática sobre el género femenino. Son jóvenes mujeres que queman el velo
mientras sus compañeros varones les hacen de escudo mientras que algunas se
cortan el pelo en señal de protesta. Resuenan las consignas: “Mujeres, vida y
libertad”, “¡Todos nosotros somos Mahsa, luchemos juntos!”, “No tenemos miedo,
estamos todos juntos”, “Luchamos, morimos, pero tomaremos Irán”, “Del Kurdistán
a Teherán, Irán sangra”, “¿Hasta cuándo la vergüenza de matar por el velo?”.
Las fuerzas armadas responden con gases lacrimógenos y proyectiles: al día de hoy, son cinco los muertos, 250 los arrestados y 75 los heridos, aunque las protestas continúan y nos hablan de rabia, esperanza y coraje. Nos llaman a reaccionar.
Por Mahsa, por la libertad de las mujeres, por las y los jóvenes en lucha, contra el régimen iraní y la opresión patriarcal.
La Comune, 21/09/2022