Otro
de los sectores actualmente en lucha es el de las y los trabajadores de la
salud. Por estos días, están confluyendo los reclamos salariales de los
trabajadores del Garrahan, el Posadas y otras instituciones con el de las/os
residentes y concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires. Los próximos días serán
de paro y nuevas movilizaciones. En las reuniones paritarias de la semana
pasada no se llegó a un acuerdo y además el gobierno porteño de Rodríguez
Larreta no ofreció nada para los concurrentes, los que, bajo la figura de la
“formación profesional”, trabajan gratis sin ninguna protección o derecho
laboral.
Es
bueno remarcar la solidaridad y las acciones en conjunto entabladas entre
trabajadores que tienen enfrente a diferentes “patronales” (el gobierno nacional,
por un lado, y el de la Ciudad de Buenos Aires, por el otro) y también las
asambleas que se llevan a cabo tanto en los pasillos de los hospitales como en
las calles durante las protestas. Estas instancias están teniendo una
importante función para promover una unidad elemental entre médicas/os,
enfermeras/os y personal administrativo frente a las divisiones que pretenden
imponer los gremios afines al gobierno nacional.
Esta
fase de pandemia y urgencia sanitaria por la que todas y todos atravesamos evidentemente
no dejó ninguna lección a Fernández, Larreta y toda la banda, cuyo discurso
sobre el carácter “esencial” de las y los trabajadores de la salud y la
necesidad de mayores previsiones duró muy poco. Más bien, los salarios de
miseria, por debajo de la canasta básica, están provocando el cierre de áreas
enteras de los hospitales públicos debido a la carencia de médicos y
especialistas. Un ejemplo mayúsculo de la irresponsabilidad, la indiferencia y
la hipocresía de los gobiernos.