Residentes de CABA: un triunfo y algunas lecciones



Es una importante conquista lo logrado tras estos dos meses de lucha de las/os residentes y concurrentes de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, en sociedad con las y los trabajadores del Hospital Posadas, el Garrahan y otros. Además de la necesidad de avanzar con las demás reivindicaciones que siguen pendientes –como el salario y la protección laboral para los concurrentes–, los resultados serán mejores y más aprovechables para todas y todos si atesoramos y radicalizamos los aspectos más significativos de esta lucha.

La huelga de las y los trabajadores de la salud ignoró la paritaria vergonzosa que había firmado en un principio la Asociación de Médicos Municipales. Esto demuestra, como ya habían puesto de manifiesto los trabajadores del neumático, que puede haber un camino de conquista de mejoras materiales si afirmamos nuestro protagonismo y dignidad, sin delegar en las burocracias sindicales.

Residentes, concurrentes, médicas/os de planta, enfermeras/os y demás personal de los hospitales –considerados “esenciales” por los gobiernos que tanto hicieron uso instrumental de su vocación altruista y empática– nos hacen pensar que no puede separarse el cuidado de la salud de los demás de la defensa de condiciones de trabajo dignas. Esto indica que podemos afirmar más y mejor nuestra propia integridad y humanidad enfrentando con más determinación a quienes nos mortifican, en especial gobiernos y patronales.

Por otro lado es bueno identificar la fuerza que surge de las asambleas, un rasgo muy distintivo e interesante de esta lucha. A nosotros y nosotras nos parece que su fuerza no proviene, ni tanto ni principalmente, de la posibilidad de coordinar acciones (algo sin dudas necesario) sino de la puesta en primer plano del diálogo, la escucha, la mirada, el protagonismo y de la toma de conciencia que proviene de la unión y la solidaridad entre protagonistas. Fundamentalmente de la utilidad y de la conveniencia de poder discutir e intercambiar sobre ideas de fondo. Esto puede contribuir a hacer frente a la pasividad, el individualismo y el anonimato que rige en la sociedad y también a la construcción de ámbitos de agregación humana positiva y de solidaridad estable en nuestros ámbitos de trabajo y estudio, garantizando su independencia de los poderes de turno.

Es una elección y un compromiso que va más allá de algún conflicto puntual. De todas formas, esta lucha –que obtuvo sus primeros buenos resultados después de tanto esfuerzo– puede ser un aliciente e impulsar a otros sectores para afirmar dignidad y buscar mejores condiciones de vida, trabajo y estudio, de convivencia y proyección de un futuro mejor.

 COMUNA SOCIALISTA