Wayne Shorter (1933-2023): notas para un buen sentido de la música

Por Tommaso Mariotti

“Primero, despierta tu propia humanidad. No estamos solos. No existimos solos y solos no podemos crear. Lo que este mundo necesita es un despertar humanístico del deseo de elevar las condiciones de la propia vida, al punto de que nuestras acciones se basen en el altruismo y en la compasión. No te puedes esconder detrás de un trabajo o de un instrumento: tienes que comportarte como un hombre. Concentra tus energías en convertirte en la mejor persona que puedas ser (...)”, escribió Wayne Shorter, junto a Herbie Hancock, en una carta contra el odio y la indiferencia, el día siguiente de la masacre realizada por neonazis del ISIS en el club Bataclan, en París.
Su búsqueda de vanguardia en la música jazz muchas veces se nutrió de una búsqueda de un sentido de la humanidad. Experimentar, improvisar, componer para abrir nuevas posibilidades, no por un éxito comercial vacío. Una trayectoria musical nacida de la revolución del bop, que pasó por los Jazz Messengers de Art Blakey, por el quinteto de un insostenible Miles Davis, y que después aterrizó en la formación Weather Report con Jaco Pastorius y Joe Zawinul, además de colaboraciones con Joni Mitchell y otras grandes personalidades de los más variados estilos musicales.
Al escuchar su saxo, las notas se confunden con estas bellas palabras: “Como artista, creador y soñador de este mundo, te pedimos que no te dejes desalentar ante todo esto, sino que uses tu propia vida y, por extensión, tu propio arte, como instrumentos para construir paz”.