Por Tobia Valentini (La Comune,
Italia)
Sami y Hassan son amigos y estudian
ingeniería en Jartum. Para tener un poco de plata, trabajan de taxistas los
fines de semana. En la ciudad muchos los conocen y tienen sus números de
teléfono para contactarlos y pedirles un viaje en su viejo Toyota. Con la
guerra, empiezan a recibir pedidos inesperados: “Estoy sola en casa hace tres
días, escucho que afuera están disparando. Necesito ayuda”. “No sé nada de mi
hija, que vive del otro lado de la ciudad, ¿la pueden traer a salvo?”, y muchas
más. Sin dudar ni un segundo, se suben al auto, desafían decenas de puestos de
control de ambas facciones (tanto el Ejército Nacional como las Fuerzas de
Apoyo Rápido) y, en una semana, salvan a cerca de 60 personas. Trabajan sin
parar, sin pedir nada a cambio, hasta que la situación se vuelve demasiado
peligrosa y ellos también deben abandonar la ciudad.
Una señal de esperanza, entre tantas por estos días, de muchas y muchos que, frente al belicismo y a una nueva guerra terrible, eligen activarse con coraje para salvar la mayor cantidad de vidas posible.
Una señal de esperanza, entre tantas por estos días, de muchas y muchos que, frente al belicismo y a una nueva guerra terrible, eligen activarse con coraje para salvar la mayor cantidad de vidas posible.
Fuente: Declan Walsh, “Only Word for them is Heroes: How 2 Students Rescued Dozen in Sudan”, The New York Times, 5 de mayo de 2023
Publicado en Comuna Socialista
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