Torneo de represores e impresentables

I.R.
La campaña electoral hacia las PASO del 13 de agosto se convirtió en una contienda entre las principales listas para ver quién promete más “mano dura”.
Frente a Javier Milei y Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta no quería mostrarse como ningún “blando” y, en medio de la cacería de manifestantes en Jujuy, nombró como su candidato a vice nada menos que al propio gobernador Gerardo Morales. Ante tamaña jugada, Bullrich dejó pasar unos días y contestó con su largamente visto spot de campaña en el que, con imágenes y música sin desperdicio, dice lo siguiente: “Va a hacer falta mucha fuerza para recuperar el orden que perdimos (…) Fuerza porque el mejor plan del mundo va a tener que defenderse, más que en la teoría económica, en la calle. Ya vimos con qué agresividad se resiste el cambio y no podemos darnos el lujo de hacerlo a medias otra vez. Si no es todo, es nada (…) Bienvenida la fuerza que hace falta para ordenar el país”. Clarito, ¿no? De todas formas la competencia está peleada ya que no nos olvidemos que Larreta también lleva en sus listas a José Luis Espert –que siempre está pidiendo “cárcel o bala”–, a la enemiga de la libertad femenina Cynthia Hotton y también a Miguel Ángel Pichetto, quien hace pocos días agregó un nuevo ítem a su currículum de racista profesional al advertir sobre la “infiltración boliviana” en las protestas de Jujuy.
El peronismo parece preferir los hechos por sobre las palabras, o por lo menos tendrá que recurrir a la represión para, en el caso de ganar, seguir implementando los planes de ajuste de Sergio Massa con el FMI. Por las dudas, ahí está Sergio Berni de candidato a senador, el eterno promotor y defensor de la policía del gatillo fácil. Además se ve que se abrió el libro de pases, ya que, en un ejercicio de transversalidad, candidatos de Massa fueron transferidos a las listas de Milei, aunque no se sabe por cuánto.
La decadencia de la política democrática roza el absurdo pero la situación es seria y el panorama preocupante. Lo que todos los candidatos anuncian seguramente lo terminarán haciendo, sabedores de contar con apoyo en ciertos sectores de la población consumidos por la lógica bélica que emana de las minorías dominantes. Rechacemos este circo, recurramos a los mejores valores humanos y concentrémonos en unirnos para detener la amenaza represiva, en defensa de la vida y la libertad de expresión y manifestación.