La revancha de los patriarcas en Irán


I.R.
Fue feroz la respuesta desatada por el régimen de los ayatolás contra la revuelta de la gente común en Irán, guiada y protagonizada por mujeres en busca de mayor libertad con el apoyo de importantes sectores de trabajadores y de la juventud. La represión contra las movilizaciones (se calculan 500 víctimas fatales) y las siete ejecuciones provocaron que el movimiento se replegara. Sin embargo, las mujeres –corazón del proceso– siguieron dando vida a actos de dignidad y de coraje, como la negativa de llevar el velo por las calles de Teherán. Ante tal afrenta, el régimen instruyó a bancos y comercios impedir el paso a las mujeres sin hiyab, instaló cámaras de seguridad o espías con filmadoras para amedrentarlas y, como último recurso, volvió a desplegar la policía de la moral, también en momentos en los que se acerca el aniversario de la muerte de Mahsa Amini. Además, ha impuesto penas espantosas. Una mujer que estaba conduciendo su coche sin velo fue obligada a optar entre la cárcel o pasar un mes lavando cadáveres en el cementerio de Teherán. Una médica, para no quedar tras las rejas, debió limpiar por 270 horas el Ministerio del Interior. A numerosas mujeres las obligan a someterse a una terapia psicológica, ya que no llevar el velo supone “una enfermedad mental contagiosa que causa promiscuidad sexual” o “trastorno de personalidad antisocial”, etiqueta que los tribunales impusieron a dos conocidas actrices, además de prohibir actuar durante dos años a una tercera. El grito de “Mujer, vida, libertad” –tan característico de la revuelta iraní– sigue latiendo detrás de estos hechos que manifiestan la ferocidad ultrapatriarcal del régimen, el cual representa una afrenta para el género femenino y, por ende, para toda la humanidad. Sin embargo, esta represión alocada también es una muestra de la debilidad y la frustración de esta banda de patriarcas opresores. Ya son muchas las mujeres que, ante la vuelta de la policía de la moral, se muestran en espacios públicos sin hiyab con frases como “No volveremos atrás”, mientras advierten que están dispuestas a seguir luchando.

Publicado en Comuna Socialista 84