A 47 años de la Noche de los Lápices: una juventud de la que seguir aprendiendo

Mariana Ruiz 

En septiembre de 1976, la dictadura cívico-militar secuestró a diez jóvenes que eran en su mayoría líderes del movimiento estudiantil se­cundario en La Plata. María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero, Claudio de Acha, María Clara Ciocchini y Horacio Ungaro fueron desaparecidos; y a Patricia Miranda, Pablo Díaz, Gustavo Calotti y Emilce Moler los liberaron tiempo después. En general, se reivindica úni­camente su lucha por el boleto estudiantil, pero es importante destacar que lograron conquis­tar esta exigencia justa y elemen­tal con marchas multitudinarias por su ‘‘sensibilidad social, el amor y la pelea contra las des­igualdades’’ como cuenta Pablo Díaz[1] . En esa época, el despertar de la conciencia significaba para muchos jugarse por el propio presente/futuro y por los más oprimidos, desafiando el orden de los regímenes políticos exis­tentes y de sus familias. Es por esto que la dictadura tuvo parti­cular saña con los jóvenes, cien­tos de desaparecidos tenían tan solo entre 13 y 17 años.

Aun si ciertos aspectos de su compromiso nos parecen pro­blemáticos como el nacionalismo y el estatalismo, pensamos que tenemos mucho que aprender de estos/as jóvenes; y nos puede ayudar a encarar con más auda­cia los desafíos que se nos plan­tean en esta época de ascenso de las derechas. Nuestra inquietud frente a este contexto difícil pue­de transformarse en una reacción contundente si la compartimos y la fortalecemos con las personas de los ámbitos de nuestra vida como lo hacían ellos/as en sus colegios y en las calles. Tenemos que ir a la ofensiva contra Milei y Villarruel denunciando sus víncu­los con la dictadura y su compe­tencia con Bullrich por ver quién va a reprimir más y mejor, negan­do el derecho elemental a ma­nifestarse. Tampoco olvidemos que todos los gobiernos post 83 son, en mayor o menor medida, responsables de proteger a buena parte de los genocidas y de que todavía no se sepa toda la verdad de los crímenes cometidos bajo la dictadura. Nosotros/as, los jóve­nes más sensibles, rescatémonos de esta avanzada reaccionaria afirmando la libertad de ser per­sonas íntegras que buscan vivir mejor y de manera solidaria junto con otros y otras. 

Publicado en Comuna Socialista 85



[1] Testimonio de Pablo Díaz en el pro­grama Educación y Memoria, 2020. Disponible en: https://youtu.be/0gKLpuGrlZA