Círculo de Amigas Feministas: tu libertad, mi libertad

Por Emecé

 


“La libertad de otras mujeres puede ampliar la propia”. Es una hermosa frase que hemos escrito varias veces en esta página. Pero quisiera intentar explicarla mejor pensando y recordando a esa tía que eligió no tener hijos y cultivar su pasión por la infancia con un amoroso y dedicado compromiso docente. También a esa amiga, hermana diría hoy, que hace muchos años me habló del amor y del deseo que sentía por otra mujer. O a mi madre, que me habló de las mujeres que no tenían recursos para abortar en condiciones de salud adecuada y por eso morían a diario. Y a las mujeres iraníes que, más recientemente, demostraron que unidas se puede afrontar el miedo. Sin olvidarme de tantas compañeras que me hicieron ver con su ejemplo que hay otros modos más benéficos de vivir el amor, la amistad, el trabajo, las relaciones entre los géneros, las generaciones, las etnias y la relación con la naturaleza… En fin, de apropiarse y orientar más profundamente el sentido de humanidad.
La libertad que estas mujeres se tomaron de pensar y actuar distinto, parcial o profundamente por fuera de los cánones patriarcales, abrió puertas para que yo imaginara escenarios y perspectivas que tal vez no se habían asomado en mi conciencia. Podría decir que los horizontes de mi libertad se fueron ampliando gracias a las libertades que ellas ya habían comenzado a tomarse. Pensar en esto ayuda a darse cuenta de que no es solo una linda frase, sino un buen motivo de compromiso y de protagonismo para estimular la extensión de la libertad de otras.

Publicado en Comuna Socialista 86