Ecuador: giro a la derecha y golpe al correísmo

I.R.

Finalmente, el violento proceso electoral ecuatoriano llegó a su fin con el triunfo en segunda vuelta del joven empresario Daniel Noboa, a quien le toca completar el mandato de Guillermo Lasso. De­rrotó a Luisa González, la candidata del expresidente Rafael Correa, el peso pesado de la política ecuatoria­na de las últimas dos décadas. Con su “Revolución Ciudadana”, Correa había pertenecido al grupo de líderes populistas latinoamericanos del fer­vor político-democrático de princi­pios de siglo junto con Lula, Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner y otros. Gobiernos que, aprovechando una favorable coyuntura económica, acortaron la brecha entre las institu­ciones y la gente común y cooptaron y condicionaron el protagonismo genuino de los sectores populares. Esos proyectos luego entrarían en una fuerte crisis y el correísmo no fue la excepción. Sin ir más lejos, hace seis años que Correa vive en Bélgica para evitar la cárcel por una condena de corrupción. En realidad, esperaba el triunfo electoral de su aliada para regresar al país y quizás volver al go­bierno en un par de años. Sin embar­go, no pudieron prevalecer ante un candidato de centroderecha, hijo del magnate y corrupto Álvaro Noboa. El presidente electo es el heredero de la fortuna más grande del país, re­presenta fielmente los intereses de la burguesía local e internacional y pre­tende montar un ingente aparato de inteligencia y armar con alta tecnolo­gía a las fuerzas policiales para com­batir al narcotráfico. Más de una vez expresó sus simpatías con las ideas de Trump, de Bolsonaro y del partido español de extrema derecha Vox.
De la otra parte, el correísmo de­muestra carecer de una base social como la que tenía antes, en primer lugar a causa de la frustración que provocó en amplios sectores, desde los pueblos originarios hasta las y los trabajadores. Las elecciones en Ecua­dor demuestran la nueva tendencia autoritaria y de giro a la derecha de la política democrática latinoameri­cana, en un contexto dominado por la violencia ligada al crimen organiza­do.

Publicado en Comuna Socialista 87