Trump ataca de nuevo

Por Ignacio Ríos

Todo parece indicar que el 5 de noviembre se reeditará la disputa electoral entre Donald Trump y Joe Biden. No es nada descabellado que Trump llegue otra vez a la presidencia de Estados Unidos a pesar de las causas judiciales, sus bravuconadas y la toma del Capitolio de la que estuvo detrás. Sigue contando con una robusta base de simpatizantes y, en algunos casos, es sujeto de una adoración cuasi religiosa (un ejemplo es el mismo Milei en la conferencia conservadora de Washington, como muestra de cuánto el liberticida presidente argentino está alineado con lo peor del sistema mundial de dominio).
Perfectamente puede salir victoriosa la figura que más alienta la confrontación y la guerra intestina que carcome a Estados Unidos y que, en lo sucesivo, se orientará aún más contra los inmigrantes, a quienes se los señala como los culpables de los males de la economía.
¿Biden puede hacerle fuerza? La presidencia del demócrata de 81 años es mala y expresa la pérdida de estrategias claras de la que fue hace poco la potencia mundial hegemónica. Bloqueados en el Congreso los fondos para Ucrania, bombardea Siria, Irak y Yemen, un movimiento incoherente que expresa cuánto Estados Unidos y las demás democracias decadentes esparcen y atizan guerras en el mundo aunque carezcan de recursos para terminarlas. Biden no puede moderar a Netanyahu y lo sostiene en su guerra genocida contra los palestinos, lo que acreciente el molestar de una porción de sus votantes.
Trump y Biden, y una posible victoria del primero, no le quedan nada mal al caos y crisis terminal que envuelve al mundo diseñado por los opresores, a su irresponsabilidad, irracionalidad, belicismo, incultura y valores negativos y también al resquebrajamiento de las sociedades estatales.
Este escenario de guerras, cálculos político-electorales y personajes impresentables se contrapone con las búsquedas vitales de muchas personas que tratan de hacerse camino y mejorar su vida, como las/os trabajadores de la salud y la educación que pelean por condiciones más humanas y dignas, o las personas que, a pesar de todo, siguen arribando a la frontera sur para buscar una mejor vida en aquel país.